5/10/07

Vacunas frente al cólera


La primera vacuna viva contra el cólera, se desarrolló en 1885, año en el que Jaime Ferrán y Clua hacen los primeros ensayos para la obtención de una vacuna frente al cólera. Hasta nuestros días se han investigado, ensayado y eliminado muchas vacunas para el cólera, con todas las posibles vías de administración y todas las posibles formas de obtención. En el caso de la vía parenteral con vibrios atenuados, inactivados, con polisacáridos y toxoides. Y en el caso de la vía oral también vibrios inactivados, toxoides y además cepas atenuadas genéticamente y GMOs (organismos modificados genéticamente). Fue a mediados de 1980 cuando se hicieron los primeros ensayos clínicos con dos vacunas de cólera vía oral e inactivadas.

Dentro de las vacunas atenuadas orales podemos destacar las obtenidas a partir de Salmonella typhi atenuada (Ty21a) que expresa el Antígeno O de V. cholerae Inaba que ha resultado sólo ligeramente inmunogénica en voluntarios adultos, con una escasa eficacia (25%) frente a infección por V. cholerae salvaje. También se han probado mutantes de deleción de V. cholerae O1, entre las que podemos destacar las de primera generación como la JBK 70 A -, la CVD 101A - B – y la 395N1. Y entre las de segunda generación tenemos la CVD 104hlyA -, la CVD 105 y la CVD 103.

Otras vacunas que se han ensayo son: la vacuna celular-subunidad B, que es una combinación de vibrios inactivados y subunidad B purificada, con una protección de aproximadamente el 67% y que requiere múltiples dosis. Y también vacunas con conjugados de polisacáridos que se han ensayado en animales y que muestran un aumento en el título de anticuerpos séricos, pero sin producir anticuerpos secretores y de las que sólo hay datos preliminares de seguridad en adultos.

En el momento actual y ante la búsqueda de una vacuna eficaz, segura y económica frente al cólera surge la vacuna CVD 103-HgR. Esta vacuna está comercializada en como Suiza y Argentina en el año 1994, Perú en 1995, Canadá en 1996 y Filipinas en 1997. En todos ellos la indicación es para la inmunización de adultos y niños ³ 2 años frente a la enfermedad causada por V. Cholerae. Esta vacuna cumple los requisitos planteados por la Directiva del Consejo 90/220/EEC (23 Abril 1990) sobre liberación deliberada al medio ambiente de Organismos Modificados Genéticamente.

La composición cualitativa y cuantitativa de la vacuna es la siguiente: mínimo 2x10 gérmenes vivos de la cepa atenuada de Vibrio cholerae CVD 103 HgR en forma liofilizada; llevando como excipiente 21,4 mg de sacarosa, 0,6 gramos de lactosa, aspartam y sorbitol, y como tampón 2,65 gramos de bicarbonato sódico y 1,65 gramos de ácido ascórbico y 0,2 gramos de lactosa. Todo ello va presentado en una bolsa doble con una única dosis de tampón y otra con la vacuna.

En los ensayos clínicos realizados se ha demostrado su seguridad, con escasas reacciones adversas de tipo gastrointestinal, pero con igual incidencia en el grupo placebo que en el de vacunados.

En relación a su inmunogenicidad se ha detectado una buena respuesta con la aparición de anticuerpos vibriocidas frente al serotipo Inaba, tanto en adultos norteamericanos como en niños chilenos de 2-9 años; se han observado tasas de seroconversión en más del 90% de adultos frente al serotipo Inaba y 75% aproximadamente frente a Ogawa , siendo en niños del 50-75%.

En los ensayos clínicos para estimar eficacia a partir de estudios de provocación en voluntarios se ha visto que una dosis única de CV103 o CVD 103-HgR presenta una protección elevada de casi el 100%, no observándose diferencias en la respuesta de anticuerpos vibriocidas entre los grupos receptores de una o dos dosis. En estos mismos estudios se ha encontrado una protección completa, tanto con CVD 103 como con CVD 103-HgR, frente a la diarrea moderada y severa.

También adquieren especial relevancia los ensayos clínicos realizados en áreas con cólera endémico. De hecho se han realizado estudios de campo a gran escala en países como Indonesia para determinar la eficacia de una única dosis de CVD 103-HgR para proteger frente al cólera en una población expuesta de forma natural a la infección.

Por lo tanto, y una vez realizada toda la investigación clínica pertinente puede afirmarse que se trata de una vacuna eficaz y segura frente al cólera, sobre todo en los países desarrollados. La vacuna es efectiva contra los dos biotipos clásico y El Tor.

4/10/07

¿Cómo prevenir el cólera?



El cólera es una infección intestinal que se manifiesta por diarrea, vómitos y cólicos.

La pérdida de líquidos por la diarrea y vómitos, produce deshidratación que puede llevar a la muerte. La infección es producida por una bacteria que se llama Vibrio cholerae, que se encuentra en el agua sucia o en los alimentos regados con aguas "negras".

El mecanismo de transmisión clásico es el ciclo ano-boca, entendido éste como la salida del agente infeccioso con la materia fecal y su ingestión, casi siempre a través de las manos contaminadas de la madre o del niño. Otro mecanismo de transmisión frecuente es la ingestión de alimentos o de agua, otras bebidas o hielo, no sometidos a algún proceso de purificación.

La enfermedad se presenta en forma de brotes epidémicos y dada su mayor exposición a ingerir bebidas o comidas contaminadas fuera del hogar, ataca inicialmente más a los adultos que a los niños; los más pequeños, adquieren la infección dentro del hogar al estar en contacto con algún adulto infectado, quien puede no tener diarrea pero de todas formas elimina el microbio por su materia fecal. Por lo tanto, para evitar el cólera en los niños, hay que evitarlo también, en los adultos, siguiendo las cuatro medidas de higiene personal y saneamiento que a continuación se describen:

1. Uso de agua potable para consumo humano. Las familias que tienen acceso a suministro confiable de agua, se enferman menos de diarrea y cólera; para lograrlo, se recomienda lo siguiente:
* Lavar y desinfectar, por lo menos cada seis meses, los tanques, tinacos, cisternas y otros depósitos en donde se almacena el agua, y mantenerlos bien tapados;
* Hervir el agua para beber o desinfectarla por medios químicos (cloro o yodo); almacenarla en recipientes limpios, bien cubiertos y no corrosibles.
Para clorar el agua se utilizan:
* Blanqueadores de uso doméstico, agregando dos gotas para cada litro de agua, mezclándola y dejándola reposar durante 30 minutos antes de utilizarla, o
* Pastillas de cloro (sulfacloramina, 9 mg.); una para cada litro de agua, dejándola reposar una hora mínimo antes de utilizarla.
Para yodar el agua de usan 5 gotas de tintura de yodo al 2 por ciento para cada litro de agua clara, ó 10 gotas para agua turbia. Dejar reposar durante 30 minutos antes de utilizar el agua. Si el agua está sucia (turbia), hay que limpiarla antes utilizando lienzos limpios a manera de cedazo para colarla y dejarla reposar hasta que se asienten los residuos en el fondo del recipiente.

2. Disposición sanitaria de basura, incluidos los pañales sucios, en recipientes cerrados hasta su recolección o entierro, y de la materia fecal a través de drenaje o en letrinas. Evitar el fecalismo a ras de suelo.

3. Lavado de manos después de defecar o cambiar pañales y antes de ingerir alimentos o darle de comer al niño, con suficiente agua y jabón, y secarlas completamente con toalla o trapo limpios.

4. Higiene de los alimentos:
* Lavar perfectamente, con estropajo, agua y jabón, o desinfectar frutas y verduras, colocándolas 15 minutos en agua con cloro o yodo.
* Cocer o freír bien los alimentos y consumirlos lo más pronto posible después de prepararlos;
* Cubrir los alimentos sobrantes para evitar que tengan contacto con moscas y otros insectos, y mantenerlos en refrigeración o calientes por arriba de 60_C;
* Antes de consumir un alimento previamente cocinado, deberá calentarse hasta la temperatura de ebullición o a más de 60_C;
* Evitar el contacto directo o indirecto de alimentos cocidos con alimentos crudos;
* No comer alimentos preparados o vendidos en condiciones no higiénicas.
Algunos factores de riesgo en el niño son el mal estado nutricional o la ausencia de alimentación al pecho materno. Los niños menores de 4 meses deberán recibir sólo la leche materna y ningún otro líquido como agua, té (infusiones), jugos o substitutos de leche humana. Los lactantes alimentados al pecho materno enferman dos y media veces menos que los alimentados con fórmula. En los menores de 6 meses la mortalidad disminuye hasta 25 veces; además, la lactancia materna es segura porque evita el uso de biberones, agua y leche que pueden estar contaminados.